Antes que nada, vamos a ver qué es una comunidad de energía, un término que quizás es algo nuevo para muchos de nosotros.
Una comunidad energética es básicamente un grupo de personas que se unen para producir, consumir y compartir energía de forma conjunta, beneficiándose de las mismas instalaciones, que generarán energía para el autoconsumo.
Esto se hace a través de las diferentes energías renovables, en el caso de Grazalema concretamente, se plantea un aprovechamiento de la energía solar.
La energía producida en estas instalaciones comunes se comparte entre los miembros de la comunidad, lo que permite, entre otros beneficios, un ahorro económico.
A continuación os dejamos algunos de los beneficios más interesantes que podemos tener:
Reducción de la dependencia de los proveedores de energía tradicionales. Las comunidades de energía permiten a los miembros producir y compartir energía renovable, lo que les da más control y un acceso justo a ésta.
Beneficios ambientales. Al producir energía renovable, las comunidades de energía ayudan a reducir la emisión de gases de efecto invernadero y a combatir el cambio climático.
Ahorro de costes. Quizás el que a muchos más nos llama la atención, y es que al compartir la energía que se produce, los miembros de la comunidad pueden reducir sus facturas de electricidad y ahorrar dinero.
Beneficios sociales. Es necesario personal no sólo para instalar, si no también posteriormente para realizar el mantenimiento de los dispositivos, lo que puede generar empleo local. Por otra parte se refuerza el concepto de comunidad y la cohesión entre vecinos. Y además puede ayudar a reducir la pobreza energética.
Por supuesto, como suele ser habitual, no hay beneficios sin que aparezcan retos y dificultades. Os dejamos algunos de ellos:
Coste inicial elevado. La instalación de dispositivos de energía renovable puede ser costosa y requerir una inversión inicial importante. En estos casos, hay varias opciones como subvenciones, financiaciones para este tipo de proyectos que ofrecen más facilidades, etc.
Burocracia y regulación. Las comunidades de energía pueden enfrentar obstáculos regulatorios y administrativos que dificultan su puesta en marcha. Siendo un concepto nuevo, todavía hay una falta de un marco normativo que facilite la parte burocrática. Pero ya hay varias de estas comunidades en España: ¡es posible!
Falta de conocimiento y experiencia. Algunas personas pueden no estar familiarizadas con la tecnología que se utiliza para producir energía renovable, lo que puede dificultar su participación en una comunidad de energía. Para eso se están organizando estas jornadas informativas y nosotros ponemos nuestro granito de arena. Si tienes cualquier duda…¡pregunta!
En cualquier caso, a pesar de los retos y dificultades, las comunidades de energía tienen un gran potencial para el futuro. A medida que la tecnología se vuelve más accesible y asequible, es probable que más personas se unan a las comunidades de energía, especialmente cuando vean todos los beneficios que aporta.